El acné es una afección cutánea común que afecta a personas de todas las edades, especialmente durante la adolescencia, en un 70% de los casos.
En este artículo te contamos todo sobre el acné, para que aprendas a manejar esta condición de la mejor manera posible. ¡Quédate a leer el artículo!
Acné: qué es
Es una enfermedad inflamatoria de la piel que se presenta principalmente en áreas con alta densidad de glándulas sebáceas, como la cara, el cuello, el pecho y la espalda. Las lesiones pueden variar desde comedones (puntos negros y blancos) hasta pápulas, pústulas, nódulos y quistes.
El acné se manifiesta cuando los folículos pilosos se obstruyen con sebo y células muertas, dando lugar a diversas lesiones cutáneas.
¿Por qué se produce el acné?
El acné es causado por una combinación de factores internos y externos que afectan la piel:
- Alteraciones hormonales: Durante la adolescencia y otras etapas hormonales como el embarazo o la menstruación, los niveles elevados de andrógenos estimulan las glándulas sebáceas, aumentando la producción de sebo y favoreciendo la obstrucción de los poros.
- Proliferación bacteriana: La bacteria Cutibacterium acnes se encuentra en la piel de manera natural, pero cuando los poros se bloquean por exceso de grasa y células muertas, esta bacteria puede multiplicarse, causando inflamación e infecciones.
- Factores genéticos: La predisposición genética juega un papel importante en el desarrollo del acné. Si los padres sufrieron acné severo, es más probable que sus hijos también lo padezcan.
- Dieta: Aunque no hay una relación definitiva, algunos estudios sugieren que alimentos con alto índice glucémico (como azúcares y carbohidratos refinados) y productos lácteos pueden empeorar el acné.
- Estrés: El estrés puede alterar los niveles hormonales y aumentar la producción de sebo, lo que puede desencadenar o agravar el acné. También puede llevar a hábitos que dañan la piel, como tocarse la cara o no seguir una rutina de limpieza adecuada.
¿Cómo tratar el acné?
El tratamiento del acné debe adaptarse a la gravedad del caso y a las características individuales de cada paciente. Para ello, es fundamental una evaluación médica que determine el mejor tratamiento. Aproximadamente el 95% de los casos de acné pueden resolverse, aunque el éxito del tratamiento depende de factores como la edad y la gravedad del tipo de acné.
Es crucial iniciar el tratamiento lo antes posible para prevenir la formación de marcas permanentes. En una primera fase, se suelen emplear procedimientos menos invasivos, como peelings superficiales, láser o terapias fotodinámicas. A medida que se evalúa la evolución del paciente, el tratamiento puede ajustarse o intensificarse.
Para ayudar a prevenir o mejorar el aspecto del acné, será recomendable usar una buena rutina de higiene facial de manera diaria, con los productos adecuados (evitando usar además cosméticos grasos o comedogénicos) añadiendo tratamientos tópicos, según la gravedad de esta afección cutánea.
Si el acné es persistente o grave, es recomendable un tratamiento por vía oral a base de isotretinoína, antibióticos y en algunos casos anticonceptivos antiandrogénicos.
En los casos en los que ya existen cicatrices o marcas, se pueden combinar tratamientos en consulta con tecnología láser CO2 fraccionado para mejorar la apariencia de la piel. Cuando se tiene acné, uno de los requisitos más importantes para no agravar la situación es no tocar los granos, para no incluir otro tipo de bacterias a la piel y empeorar las marcas.
En nuestra clínica dermatológica situada en Málaga, contamos con dermatólogos expertos en el diagnóstico y tratamiento del acné. Ofrecemos una amplia gama de tratamientos, desde terapias tópicas y medicamentos orales hasta procedimientos como la luz pulsada intensa (IPL) y Láser Co2, que pueden ayudar a mejorar la apariencia de la piel y reducir las lesiones del acné.
Si quieres saber más acerca del tratamiento del acné o solicitar una consulta con uno de nuestros dermatólogos, no dude en ponerse en contacto con nosotros.